Pese a ser un tóxico socialmente aceptado y especialmente presente en la vida cotidiana, el consumo de bebidas con alcohol es nocivo para la salud y sus efectos negativos también repercuten en la fertilidad. Cada vez hay más estudios que relacionan el consumo de alcohol con disminución de la fertilidad tanto en hombres como en mujeres. Las posibles repercusiones están relacionadas con el grado de consumo.
Aunque el alcohol nos pueda servir para desinhibirnos y mostrarnos sexualmente más “activos”, a la hora de concebir tiene acciones negativas.
En general, las mujeres son más susceptibles por tener una metabolización más lenta a través de la enzima alcohol-deshidrogenasa que, además, se expresa en menor cantidad en mujeres. El consumo de alcohol, tanto por parte de la futura madre como del futuro padre, además de retrasar el momento de la concepción incrementa el riesgo de abortos espontáneos y niños con problemas físicos, psíquicos o de comportamiento.
Datos sobre el alcohol en la mujer. Se estima que un consumo diario de 2-3 bebidas con alcohol (140 g por semana) en mujeres multiplica por 1,6 el riesgo de infertilidad.
Las mujeres que consumen de forma habitual bebidas con alcohol pueden ver disminuida su función ovárica ya que se puede alterar la regulación hormonal que lleva a la consecución de un ciclo ovárico normal, produciendo irregularidades menstruales e incluso ciclos anovulatorios en los que la menstruación ocurre sin ovulación y como consecuencia sin posibilidad de gestación.
En este sentido, un estudio realizado a más de 400 mujeres mostró que quienes bebían menos de cinco unidades de alcohol por semana tenían el doble de posibilidades de quedar embarazadas en seis meses respecto de aquellas que bebían más.
Finalmente, abusar del alcohol también conduce a un aumento de abortos involuntarios y una disminución de la reserva ovárica.
Respuesta a los tratamientos de fertilidad en la mujer. En los estudios sobre resultados de tratamientos de reproducción asistida se ha observado que en las mujeres que beben se recoge un menor número de ovocitos, se produce una menor la tasa de embarazo y una mayor la tasa de aborto una vez conseguido el embarazo.
Datos sobre el alcohol en el varón. En el hombre no existe acuerdo sobre qué cantidad de alcohol puede condicionar infertilidad. Está claro que a mayor consumo más probabilidad de producir disminución de la producción de testosterona y de espermatozoides maduros. En casos más graves, disminución de la libido, impotencia (disfunción eréctil y dificultad en la eyaculación) y atrofia testicular.
Investigadores de la Universidad Southern en Dinamarca realizaron un estudio publicado en el British Medical Journal, sobre la calidad del esperma en 1.221 hombres de entre 18 y 28 años relacionado con el consumo de alcohol. Los resultados ponen de manifiesto que la cantidad y la calidad de los espermatozoides disminuye a medida que aumenta la exposición al alcohol y que estos efectos aparecen ya con tan solo un consumo de unas cinco copas a la semana.
“A mayor consumo de alcohol, peor es la calidad del semen”
Respuesta a los tratamientos de fertilidad en el varón. En los hombres el consumo de alcohol se ha relacionado con aumento de abortos y menor tasa de niño nacido.
El alcohol bloquea la absorción del mineral más relacionado con la fertilidad, el zinc. El zinc se encuentra en grandes concentraciones en los espermatozoides y es vital para que los testículos fabriquen un semen “saludable”. Varios estudios han demostrado que, reduciendo el zinc de la dieta, se reduce el recuento de espermatozoides. Por tanto, teniendo en cuenta que el esperma producido mientras se ingiere alcohol es menos saludable y efectivo, y que los espermatozoides requieren 3 meses para madurar, sería apropiado reducir su consumo a partir de tres meses antes de cualquier tratamiento de fertilidad.
Abandono del Alcohol. En algunos estudios se hace referencia a que los resultados de un tratamiento de reproducción pueden ser peores cuanto más “reciente” es el consumo. Es por ello, que se recomienda no consumir alcohol durante los tratamientos de fertilidad.
Lo mejor es que ambos futuros padres tomen conciencia de que deben seguir un estilo de vida más sano, aunque eso implique realizar un esfuerzo para dejar atrás hábitos nocivos para la salud. A largo plazo será un cambio positivo en todos los ámbitos de su vida.
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