Después del parto y tras el puerperio, (entre 5 – 6 semanas), tiempo que pasa desde el alumbramiento y hasta que el aparato genital de la mujer vuelve al estado anterior al embarazo, las relaciones sexuales se vuelven a retomar con normalidad y con ellas la posibilidad de un nuevo embarazo.
Si no se desea un embarazo muy próximo al último alumbramiento se puede empezar con la anticoncepción a partir de las 6 semanas de haberse producido el parto. Aunque se esté dando pecho al bebé existen diversos métodos anticonceptivos que no son perjudiciales para la lactancia.
Existe la creencia de que mientras se está dando el pecho no hay posibilidad de quedar embarazada, utilizando un método conocido con el nombre de MELA(Método de la amenorrea de la lactancia), algunas mujeres optan por él aunque no es muy fiable. Consiste en que la lactancia sea exclusiva y que no existan periodos de más de 4-6 horas sin que haga una toma, tanto de día como de noche. Si se cumplen esos requisitos se considera que la fiabilidad es alta entre los 3 y 6 meses de vida del bebé, pero esto no siempre es así, ya que la reaparición de la regla tras el parto no se sabe exactamente cuándo se producirá. Hay mujeres que han tenido la regla antes de los cuatro meses incluso con lactancia exclusiva. Lo habitual es que no se ovule en las primeras semanas que siguen al parto, y cuando aparece la regla ya se habrá ovulado 15 días antes, por lo tanto en ese periodo se pudo haber producido el embarazo.
Las primeras semanas lo más aconsejable es usar preservativo, que no tiene ningún efecto secundario para la reciente maternidad ni para el bebé.
Pasadas las primeras 6-8 semanas que la involución uterina ya se ha llevado a cabo se puede colocar el dispositivo intrauterino (DIU), anticonceptivo de gran eficacia y totalmente inocuo con la lactancia.
Los anticonceptivos hormonales en su mayoría suelen tener una combinación de estrógeno y progestágenos, pero también existen los que solo llevan progestágenos. Son esos últimos los que deben utilizar las mujeres lactantes. Aunque no es una medicación que afecte al bebé sí que afecta a la lactancia, ya que si aumentan los estrógenos disminuye la prolactina que es la hormona encargada de fabricar la leche. Por lo tanto si hay más estrógenos la lactancia se ve mermada.
Entre los anticonceptivos que no tienen estrógeno se encuentran los inyectables y alguna de las píldoras que existen el mercado.
Para que tengas la total seguridad de no quedar embarazada antes de lo deseado y poder compatibilizar la lactancia con la anticoncepción, nuestro equipo de ginecología te asesora y ayuda a que elijas el mejor método anticonceptivo a utilizar durante ese periodo de tu vida.