La capacidad fértil de cada persona viene predeterminada por factores genéticos y es modulada a lo largo de la vida por factores biológicos y ambientales.
Evidentemente, son muchos los factores que pueden confluir en una persona y que están relacionados con su fertilidad. Los factores biológicos como la edad o la herencia genética son inamovibles, otros son hoy por hoy desconocidos, pero otros dependen de nuestros hábitos y nuestro estilo de vida y sí que podemos modificarlos, por lo que deben ser tenidos en cuenta por aquellas parejas que buscan ser padres. Entre ellos están, la dieta poco saludable, el tabaco y el alcohol que generan estrés oxidativo mediante la producción de radicales libres y “envejecimiento celular”.
¿Cómo afecta el tabaco a la fertilidad?
¡Fumar es malo para la salud! eso ya lo sabemos, lo vemos continuamente en campañas de concienciación y desde hace unos años, en las propias cajetillas de tabaco. Algunos de los riesgos del tabaco para la salud son bien conocidos, principalmente en lo que respecta a las enfermedades cardiovasculares, pulmonares e incluso el cáncer. Pero, ¿somos conscientes de en qué medida afecta este hábito a nuestra salud en general?
En lo que a fertilidad se refiere, son evidentes los efectos nocivos del humo del cigarrillo, aunque por lo general las personas fumadoras no los tienen en cuenta. El tabaco y la fertilidad son “enemigos” afectando el tabaco negativamente a la fertilidad tanto femenina como masculina.
“Fumar influye negativamente sobre la fertilidad y puede reducir a la mitad la posibilidad de conseguir un embarazo”
Fertilidad Natural. Numerosos estudios han confirmado que el tabaco es uno de los factores externos que más puede repercutir en la salud reproductiva. Fumar afecta prácticamente a todos los sistemas implicados en el proceso reproductivo y daña el material genético de los óvulos y espermatozoides, por eso la tasa de abortos espontáneos e hijos con defectos en el nacimiento son mayores entre los padres fumadores.
Se estima que las mujeres fumadoras tienen el 50 % menos de probabilidades de concebir y un 13 % de los casos de infertilidad se producen por causa de este tóxico (ASMR: American Society for Reproductive Medicine), un dato sin duda alarmante.
“Según datos de la OMS, un tercio de las mujeres en edad de concebir son fumadoras”
Tratamientos de fertilidad. El tabaco también puede condicionar problemas en los tratamientos de reproducción asistida. En las mujeres se observa una peor calidad de sus ovocitos y de sus embriones, mientras que en los hombres provoca alteraciones en los niveles hormonales que afectan a la cantidad de semen y a la calidad de los espermatozoides y su movilidad. En las parejas que fuman, se necesitan el doble de ciclos para lograr una gestación y las tasas de implantación son más bajas. Así pues, podemos afirmar que los tratamientos de fertilidad tienen peores resultados en parejas en las que al menos uno de los dos miembros fuma.
Tabaquismo pasivo. El impacto de la exposición pasiva al humo del cigarrillo es sólo ligeramente inferior al del tabaquismo activo, dato a tener en cuenta cuando uno de los miembros de la pareja fuma. Por ello, es importante vigilar el entorno en el que se encuentra la pareja de cara a favorecer un ambiente propicio para conseguir un embarazo sin contratiempos.
“El humo de segunda mano o tabaquismo pasivo, también afecta a la fertilidad”
Finalmente, el tabaquismo pasivo también se ha relacionado con el Síndrome de muerte súbita del lactante, ya que aumenta en los hogares donde alguien fuma. Por eso, es muy recomendable dejar de fumar para proteger la salud del futuro bebé.
La Agencia de Protección Ambiental (EPA), ha clasificado el humo del tabaco como un carcinógeno con efectos nocivos sobre la salud de los adultos fumadores y la de aquellos que se encuentran en su alrededor, especialmente en los niños.
¿Y el tabaco light o bajo en nicotina? Muchos países ya se han planteado prohibir este tipo de tabaco, ya que induce a pensar que es más sano. Los especialistas afirman que, aunque contenga menos nicotina, los fumadores de este tipo de cigarrillos suelen dar caladas más profundas y apuran más los cigarrillos, con lo que la absorción de nicotina acaba siendo la misma.
Datos sobre el tabaco en la mujer. Cada vez hay más mujeres que fuman desde edades muy tempranas, si a ello sumamos el retraso en la edad de la maternidad y el envejecimiento prematuro del ovario, los problemas de fertilidad están asegurados.
El grado del daño depende de la cantidad y el período de tiempo durante el cual la mujer ha fumado.
Afecta especialmente a las mujeres, puesto que nacemos con un número de óvulos determinado que irá disminuyendo progresiva e inexorablemente durante la vida y el tabaco acelera la pérdida de óvulos y adelanta en varios años el momento de la menopausia, disminuyendo así los años de vida potencialmente reproductiva. El impacto de los cigarrillos sobre la reserva ovárica se constata por la edad más temprana en que las mujeres fumadoras tienen la menopausia.
Se ha demostrado que los componentes del humo de los cigarrillos interfieren en la capacidad de las células del ovario para producir estrógenos y hace que los óvulos de la mujer (ovocitos) sean más propensos a las anomalías genéticas, además disminuye la receptividad del endometrio y como consecuencia favorece la aparición de abortos involuntarios; efecto directamente relacionado con la cantidad de cigarrillos consumidos. Cuantos más cigarros se fumen al día mayor será la probabilidad de tener un aborto, un estudio de la Universidad de Osaka (Japón) establece que se duplica la tasa de abortos si se consumen en torno a 20 cigarrillos/día.
Respuesta a los tratamientos de fertilidad en la mujer. El 30% de las mujeres fumadoras presentan peor calidad ovocitaria, anomalías cromosómicas y embarazos ectópicos. La nicotina afecta al proceso de maduración de los folículos de los ovarios y ello se traduce en peores parámetros en los procesos de fecundación ‘in vitro’.
Datos sobre el tabaco en el varón. Aunque los efectos del tabaquismo sobre la fertilidad masculina no son concluyentes, los efectos nocivos del humo pasivo en la fertilidad de las parejas femeninas y las pruebas de que el tabaquismo afecta negativamente la calidad del esperma sugieren que el consumo de tabaco en los hombres debe ser considerado como un factor de riesgo de infertilidad.
Los hombres que fuman tienen un menor recuento de espermatozoides, menor motilidad y mayores anomalías en la forma y función de los espermatozoides. A ello se suma la posibilidad de padecer disfunción eréctil.
Respuesta a los tratamientos de fertilidad en el varón. El tabaco puede originar problemas en el semen y fragmentación del material genético (ADN) de los espermatozoides, reduciendo capacidad para fertilizar los óvulos y la calidad embrionaria si ésta se produce, y al igual que en la mujer de forma dosis dependiente.
En el caso de los hombres fumadores para mejorar la calidad espermática y las roturas del ADN se utilizan tratamientos antioxidantes acompañados del abandono del tabaco.
Abandono del tabaco. Aunque, fumar a largo plazo puede tener un efecto irreversible sobre la función ovárica, el efecto perjudicial sobre el resultado del tratamiento puede, en parte, revertirse si se deja de fumar antes de entrar en la terapia de fertilidad. Una investigación ha puesto de manifiesto que dejar el hábito de fumar durante al menos dos meses antes de intentar el tratamiento de reproducción asistida mejora significativamente las posibilidades de concepción.
Lo mejor es que ambos futuros padres tomen conciencia de que deben seguir un estilo de vida más sano, aunque eso implique realizar un esfuerzo para dejar atrás hábitos nocivos para la salud. A largo plazo será un cambio positivo en todos los ámbitos de su vida.
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