Cuando pasan los meses y la menstruación no llega, el tema preocupa y puede ser un dolor de cabeza. “¿Qué me está pasando? ¿por qué no me viene?”, las preguntas que generan tanta incertidumbre terminan llegando al consultorio médico, y no son pocas las mujeres que se encuentran en esta situación.
Puede haber entre 50 y 60 razones sumamente variadas, como alteraciones hormonales, anatómicas, genéticas, o bien causas funcionales, como estrés, trastornos de la alimentación, descensos bruscos de peso, ansiedad y angustia prolongada.
Por eso es clave el interrogatorio que haga el especialista en la consulta inicial, ya que no es una enfermedad, es un signo que muestra que algo está pasando en el cuerpo y es importante ver cuál es su origen para poder resolverlo.
Se puede hablar de amenorrea cuando la falta de menstruación es por más de 3 meses. Una de las causas que preocupa a las mujeres en edad fértil que durante un tiempo tomaron pastillas anticonceptivas y no regularizan su periodo al dejarlas es lo que se llama amenorrea post pills (píldoras en inglés).
Sin embargo, los especialistas consultados tienen opiniones diferentes sobre este posible origen. Ocurre de manera muy infrecuente, en menos del 1 % de las usuarias de píldoras
Cuando la amenorrea aparece luego de dejar de tomar los anticonceptivos es más frecuente que se dé en mujeres que ya tenían problemas antes de tomarlas. Entonces, por ejemplo, quien era irregular y empezó a tomar las pastillas para regularizarse, al suspenderlas vuelve a ser tan irregular o deja de menstruar como antes. Si la mujer ya era regular, tomó pastillas (y siguió siendo regular, por supuesto), las suspende y aparece la amenorrea, se esperan los dos primeros meses a ver qué pasa. Si continúa sin tener la menstruación, se le solicita un perfil hormonal. La amenorrea post pills es un diagnóstico por descarte cuando antes se evaluaron todas las causas que pueden generar habitualmente una amenorrea.
Se produce porque el ovario estuvo en reposo durante todo el tiempo que se tomó la pastilla anticonceptiva y por eso, cuando se la deja de tomar, la glándula hipófisis tarda un tiempo en recuperar su función. Esta amenorrea es transitoria y con un tratamiento hormonal se puede revertir. Si en seis meses no se regulariza, se tiene que empezar a buscar otro factor que la haya desencadenado.
Dónde empezar.
Los especialistas cuentan que generalmente, las mujeres a las que se les interrumpe la menstruación consultan con su ginecólogo o endocrinólogo, quienes evalúan cada caso en particular, teniendo en cuenta su contexto y su historia clínica; luego de una charla se definen los pasos a seguir, los estudios o las interconsultas necesarias.
Según coinciden los especialistas, la gran mayoría de los casos es reversible, las alteraciones hormonales son la primera causa de la amenorrea, ya que el ciclo de la mujer depende de todo un circuito que parte del hipotálamo, la hipófisis, las gónadas (órganos endócrinos) y hasta la glándula tiroides. Son múltiples las hormonas que están en juego. Incluso afirma que problemas emocionales, estrés o angustia prolongada se traducen en una alteración hormonal y esto podría impactar en el ciclo menstrual.
No es lo mismo una mujer que suele tener un período regular y que se separó o perdió el trabajo y deja de menstruar, que una nena de 14 años que aún no tuvo su menarquía. En el primer caso se deja evolucionar, se esperan 3 o 4 meses para ver qué pasa. En el segundo, seguramente se solicitarán estudios hormonales o alguna ecografía pelviana.
Para decidir por dónde se va a empezar a estudiar hay que tener en cuenta qué síntomas acompañan a la amenorrea. La amenorrea se clasifica en primaria cuando la mujer nunca tuvo su menarquía, o secundaria cuando sí se ha desarrollado y en algún momento tuvo una alteración que generó una interrupción. Según coinciden las especialistas, la gran mayoría de los casos es reversible.
Una de las especialidades a las que se derivan interconsultas es la nutrición, ya que los trastornos de conducta alimentaria pueden ser un factor desencadenante.
Cuando el organismo se empieza a quedar sin nutrientes, empieza a ahorrar en todo lo que puede, por eso “guarda” defensas, agota las reservas grasas e interrumpe la menstruación, tratando de eliminar los gastos energéticos.