¿Qué es una ecografía 4D? ¿Qué se puede ver y en qué semanas del embarazo se puede realizar?
El diagnóstico prenatal ha experimentado un importante avance en los últimos años, en gran medida gracias a la ecografía.
Hasta hace poco sólo conocíamos la ecografía convencional en 2D o bidimensional, es decir la que nos devuelve la imagen del bebé dentro del útero obtenida gracias a ondas de ultrasonido que se reflejan en sus tejidos.
Sin embargo, últimamente oímos hablar mucho de las ecografías en 3D, que nos permiten ver el feto en tres dimensiones y las ecografías en 4D, imágenes tridimensionales en tiempo real.
En la actualidad la ecografía 4D es la imagen de mejor calidad y la más real que se puede obtener del feto ya que se puede ver con precisión el aspecto y los movimientos que realiza el bebé dentro del útero.
El cuarto componente, el movimiento, es el de mayor impacto para los padres que pueden “espiar” en tiempo real las muecas que hace su hijo como chuparse el dedo, sacar la lengua, bostezar o sonreír, gestos invaluables para los futuros papás.
¿Por qué hacerla?
Hay padres más escépticos que otros a la hora de decidir si realizar o no una ecografía obstétrica en 4D. Por un lado, están quienes creen que no aporta ningún valor añadido a las ecografías de control prenatal tradicionales, mientras que hay otros a quienes les hace especial ilusión ver a su hijo con un aspecto más real.
Desde el punto de vista emocional es una experiencia muy bonita para los padres que pueden ver a su bebé antes de nacer, conocer su carita y diferenciar sus rasgos. Esto proporciona una gran tranquilidad pues podemos ver al bebé de una forma más real, como si viéramos un vídeo, ya que en las ecografías tradicionales sólo vemos imágenes borrosas en blanco y negro que apenas sabemos diferenciar. El impacto psicológico es muy positivo.
Desde el punto de vista diagnóstico, la ecografía 4D perfecciona el diagnóstico pero no es más sensible que la bidimensional a la hora de detectar anomalías fetales. Por tanto, ni la ecografía tridimensional ni la que aporta movimiento suplantan a la ecografía bidimensional sino que la complementan.
Sí aporta un análisis más detallado de la anatomía fetal por lo que es más valiosa para detectar problemas de la piel del bebé o deformidades como el labio leporino o la fisura palatina.
¿Cuándo se puede realizar una ecografía 4D y en qué casos está recomendada?
Es recomendable que la ecografía se haga entre las semanas 26 y 32 de embarazo. Sin embargo, se pueden obtener excelentes imágenes del bebé en cualquier momento después de las 22 semanas de embarazo. Muchas madres solicitan más de una ecografía 4D para disfrutar de su segundo y tercer trimestre de embarazo.
Las ecografías son una rutina en todos los embarazos, hoy en día. La exploración con ecografías en 3D/4D son exactamente del mismo tipo y la misma intensidad que las ecografías en 2D convencionales, es decir, que no causan daño alguno al feto y están recomendadas en cualquier momento pudiéndose realizar todas las ecografías que se desee.
¿Cuáles son las principales diferencias entre una ecografía normal y una 4D?
Una ecografía es una prueba que se realiza con ultrasonidos. Los ultrasonidos son una técnica de imagen no invasiva que permiten ver dentro del cuerpo humano.
Una ecografía en 3D es una imagen del feto fija y con volumen, es decir, en tres dimensiones (3D). Una ecografía en 4D es una ecografía 3D con movimiento, es decir, un vídeo.
La principal diferencia con las ecografías convencionales (2D) es la tecnología utilizada, ya que permite ver al bebé en 3D, es decir, con volumen y en movimiento.
Si está pensando en realizarse alguna de estas pruebas de ultrasonido; le recomendamos que nos contacte y agende una cita con uno de nuestros doctores especializados, ya que podemos aportarle un mejor servicio así como un excelente diagnostico durante el desarrollo de su embarazo.
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