Llamamos “ventana de implantación” al periodo de tiempo en el que el endometrio del útero materno presenta un ambiente adecuado para que la implantación embrionaria sea posible.
La implantación es un proceso crítico y de gran precisión en el que el embrión toma contacto e invade el tejido endometrial de la madre, haciéndose posible así el desarrollo de la gestación. Esto sucede entre los días 20 y 24 de un ciclo menstrual normal de 28 días, en el que la ovulación ocurre sobre el día 14 de ciclo.
La transferencia embrionaria en un ciclo de reproducción asistida debe tener lugar en el momento óptimo dentro de la ventana, para maximizar las posibilidades de que ocurra la implantación del embrión transferido. Para que esto tenga lugar es necesario que ambos, embrión y endometrio, estén debidamente preparados.
El embrión debe haber dividido correctamente sus células durante 6 días alcanzando el estadio de blastocisto, debe presentar una calidad adecuada, además debe ser funcional y genéticamente normal. Es en este momento cuando sus posibilidades de implantar son máximas.
Por su parte el endometrio, que es la capa interna del útero materno, debe ser receptivo para que el embrión pueda anidar en él. Esa receptividad se va adquiriendo a medida que avanza el ciclo menstrual. El endometrio se va engrosando, aumenta su vascularización y también aumentan sus secreciones.
Cuando ambos, embrión y endometrio están preparados, tiene que haber una comunicación eficiente entre ellos para que la implantación ocurra. Esto tiene lugar en 4 fases:
- Fase de precontacto, que comienza cuando el blastocisto toma una posición adecuada en el endometrio.
- Fase de aposición, que ocurre cuando las células de trofectodermo del blastocisto toman contacto con las células del epitelio endometrial, gracias a unas elongaciones de estas últimas llamadas “pinópodos”.
- Fase de adhesión, que consiste en la unión molecular de ambos tipos de células.
- Fase de invasión, en la que el blastocisto invade el estroma endometrial, rompe la membrana basal del epitelio separando las células epiteliales y toma contacto con los vasos sanguíneos maternos.
A partir de este momento, y durante los 9 meses siguientes, el embrión se desarrollará dentro del útero de su madre gracias a esa conexión establecida entre ambos en este estadio tan temprano.
Al valorar la receptividad del útero de una paciente, es fundamental el estudio histológico de la aparición de los pinópodos, ya que estos representan un marcador morfológico fundamental que solo aparecen durante la ventana de implantación. Molecularmente, las Citoquinas, los factores de crecimiento, o moléculas de adhesión como las Integrinas, parecen tener un papel fundamental en la correcta implantación dentro de esos días “ventana”.
Agenda hoy mismo en Gynemedic México
www.gynemedic.mx/agenda