¿Qué es la ligadura de trompas?
La ligadura de trompas es un método anticonceptivo permanente que consiste en cerrar el paso de las trompas para impedir que el óvulo sea fecundado por un espermatozoide.
¿Cómo se lleva a cabo la ligadura de trompas?
Es una técnica quirúrgica y el cierre de las trompas se puede realizar por laparoscopía (la técnica más habitual), laparotomía (en caso de cesárea) o mediante histeroscopía (técnica sencilla que se puede realizar en consulta, a través de la vagina y sin necesidad de anestesia). La indicación fundamental son aquellas mujeres que han completado sus deseos reproductivos y desean una anticoncepción definitiva.
¿Cuáles son las ventajas de la ligadura de trompas?
La principal ventaja de la ligadura de trompas es su gran efectividad, con una tasa de éxito de hasta un 99,5%. Otra ventaja importante es la relativa sencillez de la intervención, que permite que la paciente se vaya a su casa después de la misma sin necesidad de permanecer ingresada.
¿Cuáles son los inconvenientes de la ligadura de trompas?
Al igual que el resto de los métodos anticonceptivos existentes, su efectividad no es del 100%. Se considera un método muy fiable, pero no infalible. La mayor parte de los estudios recientes registran una tasa de fracaso inferior al 1%. Los efectos secundarios más frecuentes son los relacionados con la técnica quirúrgica usada. Actualmente hay suficiente evidencia para saber que la ligadura de trompas no influye en las características de la menstruación o dolor premenstrual y tampoco modifica el momento de la menopausia.
¿Existen alternativas a la ligadura de trompas como método anticonceptivo?
Existen múltiples métodos alternativos (anticoncepción oral, parches, anillo vaginal, dispositivos intrauterinos, vasectomía…), todos con sus ventajas e inconvenientes. Por ello es importante que consensuado con su ginecólogo encuentren el método que mejor se adapte a sus necesidades.
¿Podré ser madre tras la ligadura de trompas?
Muchas mujeres eligen ligarse las trompas de forma voluntaria por el hecho de ser un método definitivo, pero con el transcurso de los años pueden aparecer nuevas circunstancias personales que nos hagan desear tener un nuevo hijo.
En estos casos, tenemos dos opciones: intentar canalizar de nuevo las trompas, aunque en la mayoría de los casos no es posible porque se pierde la antigua función que tenía la trompa, o acudir a técnicas de fecundación in vitro.
En la actualidad el método más elegido, por su alta fiabilidad y sin traumatismos, es la fecundación in vitro, ya que permite un embarazo a corto plazo sin la necesidad de someterse a una nueva cirugía de eficacia reducida.